Un día como hoy murió mi padre, y desde ese día, recojo del suelo alguna pluma que me llame la atención por algo en especial, bien porque me parezca que está donde no debería, o porque dé vueltas por la acera cuando no hay viento, y la guardo en un bolsillo del pantalón, en la cremallera de algún bolso o entre las hojas de algún libro, y al llegar a casa, la dejo caer, amorosamente, en "LAPECERADEPLUMAS". Creo, -en este afán mío de consuelo necesario para el alma-, que se le desprenden de las alas y "se deja caer" cerca...
Querido padre, hoy sólo tengo memoria para ti.
5 comentarios:
Precioso recuerdo, que descanse en paz...
Besos y salud
Es un ritual precioso para recordar a un ser querido. yo perdí al mío hace tiempo, pero siempre lo siento dentro de mi.
Preciosa entrada.
un beso
Me alegra mucho volverte a tener entre nosotros.
Hermoso homenaje que haces a tu progenitor.
La mejor herencia que nos pueden dejar es el buen recuerdo de su estancia entre nosotros.
Un abrazo y ¡¡ Bienvenida !!
Bueno este año llego un poco antes solo para felicitarte las fiestas. Espero que lo pases lo mejor posible.
Esta entrada como otras tuyas , me llega al alma y con tu permiso no he tenido más remedio que compartirla.
Gracias como siempre por llenar con tu palabra ese hueco que a veces se nos llena de silencio por no encontrarle la más bella explicación.
Y así es.
Publicar un comentario